La Union Europea y la Cooperacion Triangular

El Nuevo Consenso Europeo para el Desarrollo se basa firmemente en la Agenda 2030. De acuerdo con el principio de universalidad de este compromiso, la Unión Europea está convencida de que las soluciones a los desafíos actuales del desarrollo sostenible provienen de todos los rincones del mundo. En este marco, la Cooperación Triangular permite movilizar estas diversas soluciones y acceder a más experiencia institucional, más investigación, más capital y más ímpetu para innovar, aprender y resolver que quizás nunca antes.

Para la Unión Europea, por lo tanto, la Cooperación Triangular ofrece la oportunidad de construir un enfoque de desarrollo innovador que sea coherente con el espíritu universalista de la Agenda 2030, que construya asociaciones entre países en distintos estados de desarrollo y que coordine y combine diversos recursos y capacidades para poder contribuir de manera más rápida y mejor a un desarrollo sostenible en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es por ello que la UE está decidida a promover la Cooperación Triangular como un canal de implementación para la cooperación al desarrollo, que no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para cumplir con los ODS.

La Cooperación Triangular, por tanto, debe ser un nuevo punto de partida donde se reconozcan, valoren y combinen diferentes y diversos conocimientos y experiencias, en una alianza entre iguales, en la que el compromiso de cada uno se complemente con el de los demás, de modo que el conjunto sea mayor que la suma de las partes, y que el impacto en desarrollo por el esfuerzo combinado tenga un efecto multiplicador.

Para la Unión Europea, la combinación de los tres roles inherentes a la modalidad triangular (beneficiario, primer oferente y segundo oferente) facilita la creación conjunta de soluciones con un alto potencial de impacto en los objetivos de desarrollo, promueve la complementariedad, aumenta la coordinación, permite compartir conocimiento y aprender de forma conjunta, genera apropiación y confianza, incrementa el volumen, el alcance y la sostenibilidad de las intervenciones y favorece la flexibilidad. De esta manera, todos los socios están llamados a contribuir y a beneficiarse.

La Cooperación Triangular continúa evolucionando y puede involucrar a actores de diferentes niveles de gobierno, organismos no estatales o entidades regionales. Por ello, su conceptualización en el marco de la UE debe ser lo suficientemente flexible para permitir la innovación y el surgimiento de nuevas alianzas constructivas, al tiempo que se mantiene la claridad sobre la naturaleza esencial de la Cooperación Triangular puesto que ello, sin duda, proporciona su valor añadido.

Evolución de la Cooperación Triangular en la Unión Europea.

La Cooperación Triangular no es una estrategia realmente nueva en la Unión Europea. Desde hace tiempo, la acción comunitaria venía promoviendo este tipo de asociaciones de arquitectura ‘variable’, por lo cual ya cuenta con una experiencia relevante que ha puesto al servicio de su nuevo Consenso.

Es sobre todo a través de la Dirección General de Asociaciones Internacionales (DG INTPA) que la Unión Europea ha desarrollado una amplia experiencia en Cooperación Triangular. En América Latina, por ejemplo, se remonta a finales de la década de los 90, donde se desarrollaron varias iniciativas regionales que abarcaron sectores como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el desarrollo social y la lucha contra las drogas ilegales.

Este enfoque condujo a actividades que, en general, pueden clasificarse en cuatro categorías: trabajo en red, intercambio de experiencias, asistencia técnica y asociaciones/hermanamientos (twinning). De entre estas iniciativas, los programas EUROCLIMA+, PAcCTO y otros han abordado cuestiones relacionadas con la Cooperación Triangular de manera efectiva, contribuyendo a cambios en las políticas públicas a través del aprendizaje entre pares e intercambiando experiencias entre instituciones equivalentes en América Latina y Europa, y entre los propios países latinoamericanos.

Según la SEGIB, entre los años 2011 y 2016, los países iberoamericanos declararon haber participado en hasta 17 acciones de Cooperación Triangular en las que quien ejerció como segundo oferente fue la Unión Europea. Muchas de estas acciones se realizaron bajo el paraguas del programa EUROsociAL, nacido en 2005. Este programa, que va por su tercera edición, tiene como objetivo promover el intercambio de experiencias entre las dos regiones y contribuir con ello al fortalecimiento institucional y de las políticas públicas de los países de América Latina.

A nivel temático, el programa SOCIEUX, ha atendido solicitudes específicas de instituciones públicas de países socios en el área de empleo y protección social y ha proporcionado equipos conjuntos de expertos de los estados miembros de la UE y de otros países socios para misiones a corto plazo.

En Asia, el programa READI (el Instrumento de Diálogo Regional UE-ASEAN) ha facilitado el diálogo político y el intercambio de experiencias entre funcionarios y expertos de la ASEAN y la UE en un amplio espectro de áreas políticas. El Mecanismo de Diálogo UE-Sudáfrica ha permitido más de 50 proyectos de diálogo político en diversas áreas, principalmente a través de intercambios entre pares. Las actividades de cooperación entre PALOP-TL y la UE, que involucran a países de tres continentes, son otro ejemplo exitoso de Cooperación Triangular.

Sin embargo, el gran paso en materia de Cooperación Triangular es la creación de la Facilidad Regional para la Cooperación Internacional y la Asociación, impulsada por la Dirección General de Asociaciones Internacionales en 2015. Esta facilidad pasó después a llamarse Programa ADELANTE.

 

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